Las elecciones generales españolas están a la vuelta de la esquina, y mientras veía la televisión el otro día me dio por pensar… ¿y si pudiera votar desde casa? Sentada en el sillón, escuchando música, leyendo o viendo la televisión… En definitiva, haciendo cualquier cosa. Votar desde WhatsApp, ¿no sería genial? ¿Podemos hablar de utilizar chatbots para votar?
Y es que así nos libraríamos de muchas cosas, como de esperar haciendo cola, o el simple paseíllo que hay desde tu casa al colegio electoral (el cual no siempre está tan cerca). ¿Y si pudiéramos hacerlo no solo para las elecciones si no con otras cuestiones? Por ejemplo, se acerca el verano y siempre nos apetece una buena comida como una barbacoa, pero somos muchos para decidir dónde hacerla o en qué restaurante celebrarla ¿no sería más sencillo mandar un sistema que contabilice votos? La más votada gana, se decide el lugar en un santiamén.
De nuevo los chatbots son la herramienta que más se asemeja a la varita de un mago, sin olvidar que “no es magia” como nos dijo Carlos Rodríguez socio director de Chatbot Chocolate en su intervención en nuestro evento de Banca y Seguros. Podríamos facilitar muchas de las acciones que hacemos a lo largo del día, es decir, con un simple click o una palabra daríamos nuestra opinión. E igual que nosotros la daríamos, el resto también, y ninguna contaría ni más, ni menos. La vida ya es complicada de por sí como para querer complicarla más, ¿por qué no facilitarla?
Otro ejemplo, sois un grupo de amigos muy grande y estáis organizando un viaje para las próximas vacaciones. Unos quieren aventuras, otros relax y, como consecuencia, pero no os decidís. Un chatbot podría hacer de mediador y pedir los votos de los participantes. Y lo mismo con el lugar, unos quieren ir a Marruecos, otros a Japón y alguno dice que oye, su pueblo perdido en el monte junto a las cabras no está mal. El chatbot de nuevo podría ser una opción dinámica y sencilla para recoger la opinión de todos.
Pero pongámonos un poco más serios, en el trabajo hay reuniones, ¿por qué no utilizar el chatbot para que los miembros elijan día? O elecciones del sindicato, necesidades más urgentes del tipo necesidad de material…elegir las prioridades de la mayoría no es mal plan, y si un chatbot puede hacerlo simple, sin necesidad de reuniones… ¿dónde está el problema?
La realidad es que este tipo de sistemas ya se utilizan en diferentes plataformas como Slack o Telegram. El chatbot se convierte en un miembro más del grupo y va recogiendo la información de cada uno de los participantes del mismo para luego generar un resultado final.
Llegados a este punto, quizá piensas que esto ya se puede hacer a través de un Google Forms pero volvemos a los orígenes para remarcar que la verdadera ventaja de los asistentes conversacionales reside en que se pueden implementar en un entorno al que ya estamos acostumbrados. No es necesario acudir a una página web para rellenar un formulario y tener que terminarlo en ese momento, los chatbots nos permiten hacerlo cuándo y dónde queremos, sin necesidad de gastar datos y vernos obligados a finalizar el proceso (independientemente del tiempo que este nos pueda tomar). Ahora disponemos de la tecnología, sólo necesitamos las ideas. Un chatbot es más útil de lo que creemos, solo necesitamos que alguien diga un posible uso nuevo. El chatbot nos espera impaciente, quiere demostrar su valía.
