El avance tecnológico que se ha producido durante los últimos años es bien conocido por toda la sociedad. Nuestra forma de comprar, hablar, trabajar o, incluso, acudir al médico ha cambiado de forma radical en apenas una década, modificando, en consecuencia, nuestro día a día. El uso de la tecnología parece generalizado, sin embargo, en lo que respecta al uso de la Inteligencia Artificial, el desconocimiento y el miedo inconsciente vinculado a la misma sigue suponiendo un problema a la hora de potenciar su uso e implementación en diferentes entornos. Pero, ¿es la inteligencia artificial lo que nos cuentan en los medios? ¿la combinación y colaboración entre el humano y la máquina, es posible? ¿contamos con los recursos para implementar la IA en el tejido empresarial español, garantizando unos buenos niveles de seguridad en el tejido empresarial español?
Con el objetivo de analizar todas estas cuestiones, en el marco del Redit Summit 2021 organizado por Redit, la red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, tuvo lugar la mesa redonda “La nueva colaboración persona-máquina, la inteligencia artificial y la seguridad”. De la mano de Laura Olcina, Directora Gerente de ITI, centro tecnológico especializado en TICs, José Miguel Rosell, CEO y fundador de S2 Grupo, Eduardo Castelló, especialista en Robótica del MIT Media Lab, y Eduardo Calabuig, subdirector de Fabricación Avanzada del Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (INESCOP), se analizó el pasado, el presente y, sobre todo, el futuro de esta tecnología que sigue teniendo tantos adeptos como opositores.
Y es que, a pesar de que la IA nos acompaña día a día, pocas son las personas que verdaderamente conocen el uso y la aplicación que ésta tiene en nuestras vidas. A pesar de que tecnologías como el detector facial de nuestra app de banco, las recomendaciones de Netflix o el asistente virtual de Google, implican el uso de diferentes recursos y herramientas que componen el amplio espectro de la Inteligencia Artificial, no terminamos de relacionar esta tecnología con el uso que hacemos diariamente de ella.
La brecha de desconfianza que desde Hollywood llevan años trabajando y abriendo en torno a este sector, provoca que la sociedad en general siga viendo con cierta desconfianza estas tecnologías. Para contrarrestar esta situación, Olcina y Castelló indicaron que es necesario reeducar a la sociedad y trabajar a nivel legislativo para generar esa confianza que, actualmente, está maltrecha. En este sentido, Olcina, como experta en el sector de las pymes, también destaca que en España será crucial “acabar con la brecha entre la pyme y la gran empresa” para así fortalecer el tejido empresarial compuesto por la mediana y pequeña empresa, facilitándoles la introducción de esta nueva tecnología, que tanto potencial tiene en diferentes campos y sectores.
En ese proceso de legislación y reeducación, la seguridad y, concretamente, la ciberseguridad, toman un rol importante. Como aseguró Rosell, en un proyecto “la seguridad siempre debe ir a priori, no a posteriori, por ello debemos incluirla desde el inicio. Solo así generaremos la confianza necesaria, tanto dentro de las compañías como en la sociedad”. Es, precisamente, en el entorno de las pymes donde esa falta de conciencia sobre la seguridad y la ciberseguridad está más presente. La escasa digitalización y conocimiento sobre los recursos tecnológicos, provoca que este campo sea una auténtica odisea, complicando la implementación de IA en cualquiera de sus formas.
Pero, ¿hay otras cuestiones que estén frenando el auge de la IA en el tejido empresarial? Sí, concretamente, Castelló y Olcina destacaron la poca oferta de perfiles profesionales que puedan llevar a cabo las tareas relacionadas con la implementación de la IA y la ciberseguridad en las empresas. En este sentido, la rápida evolución de la tecnología juega en nuestra contra, impidiendo que existan profesionales que cuenten con amplia experiencia en determinados campos o que existan carreras universitarias y grados de formación que realmente se adapten a las nuevas necesidades del mercado. Por ello, como destacaron todos los expertos, la colaboración entre las empresas de diferentes sectores y las instituciones de formación es vital. De hecho, la comunicación entre ambos mundos ha crecido de forma sin igual en los últimos años.
En este contexto, es importante destacar que a nivel formativo se están implementando ciertos cambios en la educación obligatoria. Clases de robótica o de informática que toman más peso, así como clases extraescolares dirigidas a esas temáticas, están apareciendo y floreciendo cada vez más. Sin embargo, en este proceso de formación, Olcina destaca la importancia de inculcar a los más jóvenes la importancia del “para qué”, ya que la tecnología siempre debe ir acompañada de un propósito claro. Y es que, como destacó Castelló, la tecnología está ahí, solo tenemos que saber cómo aprovecharla, al tiempo que se cuenta con humanistas que ayuden a superar los miedos y hagan de estas tecnologías conceptos más tangibles y “humanos”.
Sea como fuere, tenemos que ser conscientes de que, tal y como indicó Rosell, “sin ciberseguridad, no habrá sociedad digital” y, por ello, la implementación de la inteligencia artificial, así como deotras tecnologías debe ir acompañada de los protocolos de seguridad necesarios. Solo así, alcanzaremos las cotas de confianza y seguridad que la sociedad demanda y que nos permitirán llegar a ser una sociedad digital realmente madura.
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