No nos cansamos de decirlo, la tecnología conversacional, ya sea en formato chat o voz tiene múltiples aplicaciones (muchas de ellas, aún por descubrir). Actualmente, muchas son las empresas que están demostrando y poniendo en práctica su potencial. Sin embargo, en el plano académico los chatbots también se están convirtiendo en campo de investigación. Así pues, científicos de la Universidad de Washington han demostrado cómo los chatbots pueden ser un aliado en la lucha contra los trastornos alimenticios.
Para llevar a cabo la investigación, el equipo implementó un chatbot en Facebook Messenger. A través del asistente los participantes mantenían conversaciones con las que se demostró que la preocupación por el peso y la forma corporal se redujo en mujeres con alto riesgo de un trastorno alimenticio. La base de mujeres participantes fue reclutada a través de anuncios online y una muestra concreta de la Asociación de Estados Unidos de Trastornos Alimentarios.
Durante el periodo en el que estuvo activa la investigación, el chatbot ofrecía ocho tipos de caminos guiados diferentes, todos ellos relacionados con cuestiones sobre la imagen corporal y la alimentación saludable. Además, animaba a las participantes a mantener más de una conversación a la semana con el objetivo de obtener más información y poder ver la evolución de forma real.
Tras entre tres y seis meses de sesiones, las mujeres que hablaron con el bot consiguieron una mayor disminución en las preocupaciones sobre su peso y cuerpo, claves que han sido identificadas previamente por otros expertos como las variables que son un factor de riesgo para desarrollar un trastorno alimenticio.
Como ha destacado Ellen Fitzsimmons-Craft, profesora de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y una de las responsables del estudio, este asistente virtual no es un profesional de la psicología o la alimentación, más bien se trata de un amigo que ayuda a identificar comportamientos abusivos que pueden desencadenar en un trastorno alimenticio. Eso sí, en último lugar, si el usuario o la usuaria lo desea, el chatbot puede ponerla en contacto con algún especialista que pueda ayudarla a resolver el problema.
Además, la propia investigadora ha destacado que esta investigación podría hacer en colaboración con Google y Meta, ya que gracias a los perfiles en las redes sociales o las búsquedas en Internet se podrían identificar patrones que revelaran que una persona está en riesgo de sufrir un trastorno alimenticio.
El uso de a tecnología conversacional en el campo de las enfermedades de origen mental no es algo nuevo. A lo largo de los últimos años hemos hablado de herramientas y aplicaciones tan innovadoras como Yana o Woebot. Ambos casos son asistentes virtuales que tienen como objetivo ayudar a las personas que sufren depresión o que sienten que puedan estar en un periodo de bajos ánimos a mantenerse activos y con una actitud positiva. Dos proyectos que ponen de manifiesto como los chatbots y asistentes virtuales pueden convertirse en un aliado a la hora de paliar los síntomas de las enfermedades mentales.
Fuente: International Journal of Eating Disorders