La pasada edición del Digital Enterprise Show (DES2019) ha dejado un sabor dulce en todo lo relacionado con la transformación digital que está viviendo el ecosistema empresarial. No cabe duda de que ha sido un evento muy variado y completo, pero el de la IA ha destacado sin lugar a dudas. Y no es para menos, todos los expertos coinciden en las posibilidades que tiene la Inteligencia Artificial para hacer el mundo mejor y nuestra vida más fácil. Pero aquí no vamos a hablar sobre lo que puede hacer la IA o lo que podrá hacer, sino del factor o valor humano que se encuentra tras ella. No solo de quienes la desarrollan, sino de los que hacen que avance.
Como bien hemos dicho en otras ocasiones, la IA es una herramienta, muy útil, pero herramienta, al fin y al cabo. De nosotros depende que esa herramienta esté preparada para la tarea que queremos encomendarle. Como dijo Neil Ward-Dutton, VP, AI y Digital Transformation Practices en IDC, la unión de la tecnología y de las aplicaciones nos da como resultado la IA. No deja de ser una herramienta construida a través de interacciones que evoluciona junto a su entorno. El entorno donde se construye la IA es un factor muy importante, pues su tarea es ayudarnos a nosotros, que como bien dijo Ortega y Gasset “soy yo y mis circunstancias”. Y qué razón tiene.
Tendemos a pensar que el mundo cambia rápido y tenemos que adaptarnos a él, sobre todo aquellas personas que viven este punto de inflexión en el que nos encontramos con edades más avanzadas. Se encuentran en un mundo híbrido entre lo antiguo y lo nuevo como dijeron Maribel de la Vega y Óscar Méndez, ambos miembros de EY.
En verdad, el mundo cambia a un ritmo vertiginoso, como nos recordaron, pero ese cambio lo proporcionamos nosotros. Somos quienes decidimos que el mundo vaya a ese ritmo. Cuando queremos que lo que compramos llegue en menos de 24 horas en vez de esperar más, somos nosotros quienes dictaminamos las reglas. Nosotros somos el motor de cambio que hace que la IA avance a pasos gigantescos. Como dijo Óscar Laviña, Storage Technical Manager en Spain, Portugal, Greece e Israel de IBM:
“La gente es lo más importante de la transformación digital”
Eso es así, y si estudiamos la IA, lo podemos comprobar. Hoy día, lo que realmente le da valor a una empresa son los datos. Los datos son el nuevo oro de la sociedad. Las empresas que más triunfan son aquellas que tienen este principio claro y apuestan por él, aquellas que no lo hacen están destinadas a desaparecer.
Ahora bien, la IA se crea a través de datos, y cuanto mejores sean los datos, mejor será la IA como dijo Neil Ward-Dutton. Si unimos esto a la reflexión de Cosima Von Kries, Senior Technical Evangelist de Nintex durante su intervención en el congreso, tenemos que ser conscientes de que “es importante tener unas buenas aptitudes para que la IA funcione, hay mucha gente preparada, pero algunos tienen otros aspectos que marcan la diferencia”.
Podemos entender que la IA tiene mucho poder, pero ese poder viene de nosotros. Somos nosotros quienes hacemos que evolucione cuando le exigimos más, y también somos nosotros quienes la desarrollamos y entrenamos. Nosotros le proporcionamos los datos para hacer que sea una buena IA. Tenemos un gran valor a lo largo de toda la vida de la inteligencia artificial.
En resumen, nosotros somos el factor más importante, no podemos olvidarlo. Nosotros somos la IA más avanzada y es cosa nuestra llevarla mucho más allá.