¿Creías que el DES ya había dicho todo lo que tenía que decir? Aún le quedan algunas sorpresas bajo la manga. Y es que con tanta ponencia interesante, no podíamos quedarnos sin hablar de como se está aplicando la Inteligencia Artificial a día de hoy.
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Una de las ponencias que más destacó fue la llevada a cabo por Chema Alonso, Chief Data Officer en Telefónica. El experto de la multinacional nos contó algunas cosillas sobre la IA pero no solo la teoría, sino también sobre cómo se está poniendo en práctica. Nos habló de Aura, el asistente virtual de Telefónica. Nos explicó algo de su desarrollo y, sobre todo, para que sirve. Y en palabras del orador: está diseñado para replicar el sentido de los humanos. Todas y cada una de las interfaces humanas han sido replicadas en su asistente virtual.
Y es que, aunque no seamos conscientes, vivimos rodeados de IA. Día tras día utilizamos de forma natural diferentes algoritmos basados en IA, provocando que sea imperceptible a nuestros ojos aunque ya sea algo esencial para nuestras vidas. Esta tecnología cada día evoluciona más, y cada día aumentan sus usos. Y Alonso nos puso varios ejemplos.
Otro ejemplo que nos puso fue el conocido Akinator, quien no ha jugado con el genio adivino alguna vez que levante la mano. Este bot aprende de lo que los usuarios le dicen, y es así como logra adivinar en quién pensábamos. Y este modelo sigue avanzando. Los modelos de la IA cada vez aprenden más de nosotros, hasta el punto de que son capaces de replicarnos casi a la percepción, solo casi. Al fin y al cabo, no deja de haber una mano humana detrás, pero eso no hace que el avance sea asombroso.
Por ejemplo, Alonso comentó el caso de las fake news. Cualquiera de nosotros puede hacer que un bot con la apariencia de un personaje famoso de un discurso hiriente o machista. Esto es posible porque la IA reconoce puntos importantes del rostro como los ojos, la nariz o la boca, y las recrea encima de otra superficie. Una máscara mejor que las de misión imposible.
Pero este no es el único campo en el que la IA se ha hecho con un hueco. No muy lejos de esa visión se encontraba Ángeles Villaescusa, directora general de ESRI, que nos puso otros tantos ejemplos de lo que podemos hacer con estas tecnologías, que deben ser usadas como palanca para ayudar al ciudadano.
Y es que, según nos contó en esta charla, la administración tiene una cantidad ingente de datos que, combinándolos con otras fuentes y enriqueciéndolos permite general mapas predictivos que permiten actuar de una forma eficiente, gestionar los recursos y poder ayudar a prevenir accidentes, por ejemplo. Imagina una ciudad grande. Con los datos del número de accidentes de coche, de cantidad de multas, de atropellos… si unificas todos esos datos, el resultado es un mapa con todos los “puntos calientes” señalados. De este modo, puedes visualizar rápidamente dónde se producen más accidentes y estudiar las medidas para poder solucionarlo. A este proceso lo denominó ciudad inteligente, y son aquellas ciudades que han abrazado la IA y sus ventajas. Han cambiado sus procesos de trabajo, que ahora son simultáneos y mezcla flujos y datos al mismo tiempo para conseguir la mayor eficiencia posible. El flujo de trabajo pasa de ser secuencial a simultáneo. Podemos conseguir los datos en tiempo real con tecnologías como el 5G, un mayor procesamiento gracias a la velocidad cada vez mayor de la tecnología…
El motor de transformación es el dato entendido, implementado y aplicado a nuestro servicio de cara al cliente. Solo así el potencial de esta tecnología se convierte en tangible.