Las recreaciones futuristas plasmadas en las películas, cada vez están más cerca. Kitt, el coche de la famosa serie, ya es real gracias a Tesla y la casa inteligente será posible con Google Home.

Sin duda, el futuro que tantas veces se ha recreado, imaginado, y explotado en la gran pantalla, está a la vuelta de la esquina y el papel que los chatbots tendrán en él es más que obvio. De hecho, se calcula que aproximadamente el 85% de las interacciones que los clientes mantengan con las empresas serán posibles sin necesidad de la intervención de un ser humano.

Uno de los principales objetivos de las empresas y por supuesto de los desarrolladores, es conseguir que las conversaciones que los usuarios mantienen con los bots sean cada vez más amistosas. La meta final es que el bot pueda interpretar qué piensas o sientes y por supuesto conocer en qué contexto te encuentras. ¿Llegaremos a verlo 😳😳?

Sin embargo, a la hora de interactuar con el chatbot no debes olvidar que es un programa que está recopilando toda la información que le estás suministrando. Es entonces cuando cientos de preguntas acuden a tu mente: ¿es legal? ¿quién recolecta toda esa información? ¿puedo borrarla cuando yo quiera? Bien, estas y otras muchas cuestiones son las que regulará el Reglamento General de Protección de Datos (o en inglés “General Data Protection Regulation” o GDPR) que se adoptó el pasado 14 de abril del 2016 y entrará en vigor el 25 de mayo de 2018. Una ley que ha nacido para adaptarse a una nueva era de Internet, que afecta al big data y los chatbots, y que va a impactar a los negocios digitales (la GDPR es la nueva LOPD).

Tabla de contenidos

¿Por qué debes interesarte por la protección de tus datos?

Bien, cuando hablamos de datos nos referimos a todos y cada uno de ellos:

  • Datos relacionados con tu identidad: nombre, apellidos, edad, fecha de nacimiento, género…
  • Datos sobre tu privacidad: email, número de teléfono…
  • Información administrativa como cuentas bancarias y otros.
  • Datos sensibles: se incluye desde tu tendencia religiosa, política, estado psicológico, información sobre tu vida amorosa, tu estado de salud…

Ahora que los hemos desglosado y puedes ver exactamente a qué nos referimos cuando hablamos de TUS datos personales, ¿no crees que son lo suficientemente importante como para interesarte?

¿Para qué sirven tus datos?

Los datos que las empresas obtienen a través de los diferentes canales (sea una app, sea una web, sea un chatbot o sea el que sea), pueden utilizarse, principalmente, para el envío de publicidad segmentada (ojo, por la LOPD puedes solicitar que dejen de enviarte comunicaciones comerciales). Además, las empresas que almacenan tu información, se enfrentan ante el peligro de robo de dicha información para utilizarlo para la suplantación de la identidad.

Lejos de lo que puedas pensar, las fugas de datos no se producen solo en lo que se conoce como “dark web”, las compañías también están dispuestas a comprar tu “perfil virtual” para segmentar mejor la publicidad. Una realidad que la gran mayoría tenemos asumida. Sí, ahora entiendes por qué solo te llegan o te persiguen anuncios de ropa, de viajes, de coches o de supermercados…

Con el objetivo de impedir estas violaciones de datos, las empresas apuestan por sistemas de seguridad muy potentes. Sin embargo, ninguno de ellos está hecho a prueba de balas y mucho menos a “prueba del ser humano”.¿Por qué decimos esto?

Pues porque aproximadamente el 70% de este tipo de fugas de información se producen por culpa de un ser humano.

Ejemplos como el de SwissLeaks, sí el de la famosa “Lista Falciani”, o el de Ashley Madison, cuyos hackers filtraron los datos de más de 32 millones de usuarios, ponen de manifiesto cuán sencillo puede llegar a ser.

¿Qué cambios experimenta la Ley de Protección de Datos ante este nuevo ecosistema?

Teniendo en cuenta lo importante que es la protección de los datos, el Parlamento Europeo votó la que e conoce como Reglamento General de Protección de Datos (GDPR). Con ella, se espera cubrir los “vacíos legales” que la anterior ley (European Directive 95/46/CE) tenía, especialmente con lo relacionado con el tratamiento de los datos en Internet.

Esta ley, al igual que las demás, afecta a todos los Estados Miembros, sin posibilidad de transposición y con aplicación para todas las empresas que se dediquen a la recopilación y/o procesamiento de datos personales de ciudadanos europeos. Pero eso no es todo.

Cabe destacar, que esta ley no solo afectará a las empresas de origen europeo, todas aquellas que recopilen datos de ciudadanos de la Eurozona tendrán que someterse a ella. Además, las sanciones económicas son mucho mayores. Tanto es así, que puede suponer a la empresa hasta el 4% de su facturación anual o 20 millones de euros (el máximo que se puede retener).

La nueva ley, que entrará en funcionamiento en mayo de 2018, afectará (por supuesto) al ecosistema chatbot. Los datos que los usuarios están comenzando a entregar a través de los asistentes virtuales, son muy valiosos, como ya te hemos explicado al principio del post. Por ello, antes de ponerte a recopilar datos de tus clientes/usuarios y ser uno más en la ola del famoso big data, céntrate y cumple los requisitos que la nueva regulación impone. Recuerda que no solo se trata de cumplirlos porque el Parlamento Europeo así lo determina, tus usuarios estarán más conformes y seguros si saben que tu empresa cumple con la ley

¡Nos vemos en los chats! 💬😊❤️

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