La llegada del Coronavirus ha provocado que una gran cantidad de empresas apuesten por la tecnología conversacional para gestionar de una forma más eficaz el volumen de preguntas recibidas en relación con los protocolos y otras cuestiones. Desde las universidades y centros de formación, también se ha llevado a cabo un proceso de adaptación que ha llevado a profesores y expertos a innovar en los formatos presenciales y prácticos. En este sentido, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) organizó la MIT COVID-19 Challenge, una Hackaton virtual para buscar soluciones para enfrentar la covid-19.
Los ganadores de este hackaton de carácter internacional han sido un grupo de estudiantes latinoaméricanos con un proyecto centrado en el seguimiento de los posibles casos de Coronavirus en Perú, lugar de residencia de la mayoría de los miembros del grupo. Para conocer más detalles sobre este proyecto piloto, hemos tenido el honor de entrevistar a Valerie Aguilar, una de las responsables del proyecto y estudiante de Computer Science en la universidad de Brown.
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¿Cómo surgió la iniciativa?
Uno de nuestro objetivos principales era llegar a las zonas rurales en las que no hay acceso a Internet y que además tampoco cuentan con un fácil acceso a la atención médica. De hecho, en algunas ocasiones tienen que viajar horas para poder llegar a un hospital o puesto de salud.
A esta situación relacionada con la falta de recursos en la zona, se le suma el hecho de que gran cantidad de personas afincadas en Lima, cuya residencia real se encontraba en provincias, iniciaron una marcha de retorno a sus lugares de origen a pesar del confinamiento decretado por el Gobierno. En consecuencia, el virus ha llegado a estas zonas, empeorando en exceso la situación a la que se enfrenta el país. Por último, se detectó que más del 50% de las llamadas que recibía el call center del Gobierno eran “bromas” o “llamadas falsas”.
En consecuencia, una solución conversacional permite combatir estas tres situaciones, ayudando a gestionar mejor los recursos de los que disponía el Gobierno
¿En qué consiste vuestro chatbot?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de entender y abordar el proyecto, es que se trata de un chatbot de mensajería de texto, el objetivo no es que esté en WhatsApp u otra app de mensajería. Esta decisión se debe a que buscamos que tenga un impacto a nivel general, alcanzando también las zonas rurales donde no hay smartphones, wifi o Internet.
Aclarado este punto, me centraré en el funcionamiento. Por nuestra parte nos gusta destacar que se trata de una herramienta muy simple. Como primera interacción el usuario tiene que indicar cuál es su DNI, de esta forma identificamos al usuario y evitamos a ese conjunto de usuarios que estaban utilizando las vías de comunicación del gobierno para hacer bromas. Identificado el usuario, el chatbot comienza a hacer una serie de preguntas sobre el virus que ya son utilizadas por el departamento de call center de Perú. Respondidas las preguntas se resuelve si puede que tengas o no COVID. En caso de tenerlo se redirige al sistema de salud de gobierno que indicará los siguientes pasos a seguir y en caso de no tenerlo, se hará un seguimiento para saber cómo evoluciona el paciente.
¿Cuáles son vuestros próximos pasos?
Actualmente estamos en fase de estimación de costos. El proyecto nació como una prueba piloto dentro del entorno de la Hackaton, ahora es necesario evaluar su viabilidad a nivel de costes. Adicionalmente, estamos en conversaciones con los diferentes stakeholders que formarían parte en Perú. Por un lado, hablando con las principales teleoperadoras del país y por otro con los organismos públicos del país.